Cuando uno tiene 15 o 16 años empieza a plantearse su futuro, sobre todo profesional. Es momento de elegir la rama del bachillerato, después la carrera y, por último, el trabajo. Por la edad, el pavo, las hormonas… uno a veces se toma poco en serio esto, o simplemente no encuentra donde o con quien resolver sus dudas sin ser consciente de que lo que está en juego es el hacer algo con lo que uno disfrute 8 horas al día los siguientes 45 años.
Tener clara la vocación profesional es todo un privilegio, todos lo saben y, según el grado de madurez, todos se preocupan de preguntar y tomar tiempo para pensar y decidir.
Hay una vocación que es más importante y trascendental que la profesional, que no ocupa 8 sino las 24 horas del día, y que nos guía hasta el mismo día en que cerramos los ojos para siempre. Es la vocación que Dios ha sembrado en nuestras almas cuando nos creó, el camino que marcó para nosotros siendo fieles a su servicio. El camino, para que nos entendamos, de la plena felicidad.
Hablar de este tipo de vocación suele dar reparos, nos hace ponernos a la defensiva. ¡Y pensar en ella, más! Tal vez por temor a descubrir un camino con el que no contábamos, que no se adapta a nuestros planes, a los de nuestra familia o sociedad. Tal vez por considerarnos dueños y señores de nuestras vidas y tener cierto pudor a que otro –Dios- nos diga lo que tenemos que hacer con ella. Tal vez por miedo a abrir la puerta a que otras personas puedan decidir por nosotros. O tal vez, simplemente, porque no sabemos como hacerlo, a quien consultar, o como descubrir esa voluntad del Señor.
La sección que hoy inauguramos quiere darte alguna pista sobre todo esto. Dios te llama a ser… ¿soltero, casado, religioso, monja, sacerdote? O más aún, ¿te llama a tal o cual orden religiosa? ¿A seguir algún carisma en especial? ¿A casarme con este chico o chica en concreto? Todo esto, y más, ya está en los planes de Dios… pero para ser completamente feliz ahora te toca a ti descubrirlos. Y, ¿qué mejor forma que empezar hoy mismo a preguntárselo a Él? En siguientes post… ¡os daremos más trucos, testimonios y consejos!