Hace un año disfrutábamos de unos días maravillosos en Cracovia viviendo con el Papa Francisco una JMJ inolvidable en Polonia.
Puede que en esos días no pudiéramos saborear las palabras del Papa y, ahora, con la perspectiva de los días y los meses puede ser el momento oportuno para considerar, entre otras cosas, si somos capaces –como el nos dijo- de aceptarnos como cada uno de nosotros somos.
El secreto, como dijo, es no pensar en negativo que significa no reconocer nuestra identidad más auténtica: es como darse la vuelta cuando Dios quiere fijar sus ojos en mi.
En estos meses, seguramente, muchas veces te has encontrado solo o sola. Algo deprimido o triste porque ha habido cosas, situaciones o circunstancias que no has sabido o no has podido gestionar, etc., ahora la gran pregunta es, ¿Le preguntaste a El o lo intentaste sola?
Que Dios quiera poner sus ojos en mi, seguía diciendo el Papa, significa no querer impedir que se cumpla su sueño en mí, Dios nos ama tal como somos, y no hay pecado, defecto o error que lo haga cambiar de idea.
¿Te imaginas como debe ser el sueño de Dios contigo?, debe ser fascinante porque Dios sólo puede querer el Bien Supremo para cada uno, para cada una. Por eso te invitamos a que sueñes con Dios en los momentos en los que parece que el mundo se hunde porque para un Hijo/Hija de Dios siempre seremos predilectos e importantes porque Dios cuenta contigo por lo que eres, no por los que tienes: ante El, nada vale la ropa que llevas o el teléfono móvil que utilizas; no le importa si vas a la moda, le importas tú, tal como eres. A sus, vales, y lo que vales no tiene precio.