Miriam, ¿por qué eres monitora del club Aguazella?
Cuando tenía 14 años me planteé un poco qué quería hacer con mi vida, fuera ya de lo que son los estudios. Pensé en mis padres, que estuvieron en esta asociación desde sus inicios, y me gustaba mucho cuántos amigos tenían. Yo por entonces no iba al club porque vivía muy lejos, pero me dije: “Igual tengo que ir y probar”. Así que fui a un campamento y después me fui dejando caer por el club. Empecé buscando amigos, y de hecho los que tengo ahora son para toda la vida, pero el club también me ayudó mucho a crecer como persona. En Aguazella encontré mi lugar, no es normal tener amigos que tengan la misma fe que tú. Conocí gente como yo, donde podía expresarme libremente sin ser criticada, donde pude desarrollarme como persona, donde adquirí valores que no tenía como el compromiso y la cooperación (he colaborado con el Banco de Alimentos, por ejemplo). Fui buscando amigos pero me llevé mucho más.
¿Qué hacéis durante todo el año con el club?
Durante los fines de semana lectivos del curso hacemos planes de sábado y domingo. Los sábados hacemos una actividad que dura hora y media, puede ser desde un taller a un campeonato, juegos por equipos… Luego tenemos una hora de formación por edades y planteamos temas de hoy en día, relacionados con la doctrina cristiana. Tambien vemos temas como la solidaridad. Les hacemos reflexionar qué pueden aportar ellos al mundo. Les ayudamos a crecer como personas, es un sitio donde aprender a tener aficiones por otras cosas, es una alternativa a pasar el rato delante de la tele donde no se piensa nada, aquí les ayudamos a desarrollarse como persona.
El domingo hay misa de niños a la 11 de la mañana y quedamos a las 10.30 para ensayar los cantos y después de la misa, desde las 12 hasta la 13.15 vamos al club y hay juego libre. Los domingos por la tarde los destinamos a ver una película.
Además, tenemos actividades especiales: en abril hacemos un festival para recaudar fondos para el campamento de verano. También nos vamos a la nieve y de acampada.
Entonces os dedicáis sábado por la tarde y domingo mañana y tarde para el club, ¿cómo os organizáis los monitores?
Nos tenemos que dividir porque varios monitores no vivimos en el entorno de Las Delicias. Como somos bastantes, unos 14, nos repartimos, sabiendo que tenemos que estar allí pero pueden surgir cosas, como exámenes o viajes. Sin embargo sentimos la responsabilidad de que tenemos que estar en el club y entre nosotros nos organizamos y repartimos días.
¿Veis en los niños una respuesta a vuestro esfuerzo?
Yo creo que sí. Hay niños que has llevado desde que son pequeños y que ves que van creciendo y que se mantienen. La época más difícil es la adolescencia, unos años en los que se van más, pero luego vuelven y se quedan. Como monitora pienso que algo he tenido que hacer o algo he ayudado para que quieran continuar formándose, divirtiéndose y siendo parte del club. Hay muchos pequeños que te dicen: yo quiero ser monitor como tú. Que te digan eso a ti te llena mucho porque significa que les estoy aportando algo: cariño, felicidad, un valor…
Dedicar tu tiempo a los demás, ¿merece la pena?
Desde luego. Yo animaría a la juventud a que haga cosas por los demás, porque no hay que mirarse a uno mismo sino que tienes que aportar lo que tú tienes a los demás. No hay por qué ir todos los días de fiesta, un fin de semana puedo ayudar en el Banco de Alimentos, otro con la Cruz Roja… Los jóvenes de hoy están muy dormidos y están acostumbrados a dar una vuelta con sus amigos o a salir de fiesta y a volver a casa. Pero ¡se puede hacer todo! Yo soy joven y he estudiado, he trabajado, he salido de fiesta, estoy con el club, participo en muchas cosas. Creo que necesitamos de gente que haga algo por los demás y no solo se mire a sí misma. Que no lo duden y prueben a salir, a implicarse en los demás, puede ser a través de Aguazella o de cualquier otro club o actividad, pero que lo hagan, merece la pena.
Fuente: http://www.archizaragoza.org/actualidad/miriam-angel-monitora-de-un-club-juvenil-necesitamos-de-gente-que-haga-algo-por-los-demas-y-no-solo-se-mire-a-si-misma