Ayer jueves 15 de junio se celebró uno de los eventazos de la Iglesia Católica, ¿os enterasteis? ¡Dios en el Santísimo Sacramento salió a pasear por las calles, el Señor se paseó por las calles que tú andas normalmente! ¡Qué fuerte, qué fuerte! La fiesta del Corpus Christi, el Cuerpo y la Sangre de Cristo, es de las celebraciones más especiales y más bonitas que se pueden vivir, pero muchas veces con el ajetreo, los exámenes, el calor… pues se nos pasa celebrarlo. ¡Qué pena!
La fiesta del Corpus consiste en CELEBRAR LA EUCARISTÍA, en reconocer que Cristo vivo está en ese trozo de pan, que ¡es Cristo vivo de verdad! Y la Eucaristía se merece todo nuestro amor, toda nuestra atención, delicadeza, toda nuestra entrega, se lo merece todo porque es Dios. ¡Qué sabia es la Iglesia instaurando esta fiesta! Nos da la oportunidad de salir a la calle para alabar al Señor, para reparar por todos los pecados que sufre el Sagrado Corazón, para agradecerLe se se haya querido quedar con nosotros en la Eucaristía, para reconocer que verdaderamente ese trozo de pan es Cristo Jesús que murió y se entregó por mí, que me ama a mí, que tiene sed de mí. Y ¡qué bueno es el Señor por dejar que le amemos y le alabemos! ¡Qué bueno es por mostrarse así! ¿Somos conscientes de lo que celebramos? ¿Sabemos valorar lo que vale la Eucaristía? ¿Le dedicamos a la Eucaristía lo que se merece?
Desde Jóvenes Católicos te animamos a que vivas esta fiesta con muchísimo cariño porque en muchas ciudades la celebración continuará hasta este domingo 18. Acompaña a Jesús por las calles de tu ciudad, no te pierdas la oportunidad de acompañarLe, de alabarLe, de reconocerLe como Dios vivo.