Entrevistamos al Padre Juan Lisandro Scarabino, Sacerdote de FASTA, trabaja con jóvenes y comunidades en Buenos Aires, Argentina. Un sacerdocio para los demás en el que amar, amar y seguir amando es la clava para poder evangelizar y hacer crecer la fe en los jóvenes.
Padre, Juan Lisandro, en primer Lugar ¿Cómo descubrió su vocación sacerdotal?
¡Qué pregunta difícil de responder! Y digo difícil porque no existió un hecho
extraordinario en dónde pude descubrir este llamado. Dios me llamó con pequeños mensajes. Por ejemplo, por medio de mi familia. Una de las gracias que me concedió fue criarme en un familia cristiana, en dónde se rezaba y todos los domingos íbamos a Misa. Allí comenzó a gestarse la vocación. Luego entré a la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA) desde niño. Ahí me enamoré de Dios y de la Iglesia. Podría decir que allí maduró también la vocación. En FASTA nos enseñaron, desde lo primeros tiempos, a vivir la fe ytambién a evangelizar. Y esto me cautivó: ayudar a los jóvenes a practicar la fe día a día, en medio de sus realidades. Sin duda que esto fue el empujón que necesitaba para terminar de descubrir qué era lo que Dios había pensado para mí en su proyecto de amor. Y así es que entré al seminario y bueno… ahí pude corroborar, con la ayuda de los superiores, que el llamado de Dios era cierto.
Padre Juan Lisandro, ¿Qué ha supuesto para usted FASTA?, y ¿Qué es FASTA?
FASTA es uno de los tantos nuevos Movimientos Eclesiales que surgen como respuesta
al Concilio Vaticano II. Es una obra que funda un sacerdote dominico, Fray Aníbal Fosbery, en la República Argentina, en 1962. ¡Junto con el comienzo del Concilio! Podríamos decir que el Espíritu Santo regala este carisma a toda la Iglesia en el mismo momento que se empieza a gestar un gran cambio, de la mano del Concilio.
Para mí, FASTA es el lugar que Dios me puso para que me enamore de Él y de su
Iglesia. Es el lugar en dónde, desde niño, aprendí a responderle y a vivir el ser cristiano.
Adónde encontré una comunidad, primero de laicos y luego también de sacerdotes, en dónde juntos buscamos llegar al Cielo e intentar que otros también lleguen. Es el lugar en el que descubrí también la importancia de la formación para poder conocer mejor a Dios y tener herramientas para hablar de Él en nuestro tiempo. También aprendí en FASTA a amar a la Patria, que es el lugar en dónde Dios me puso para que llegue a la salvación.
¿Cuál es su Carisma?
FASTA es una obra de laicos que tiene sacerdotes. Esto quiere decir que a las obras y
proyectos apostólicos los llevan adelante los laicos. Los sacerdotes acompañamos, guiamos y animamos para que puedan cumplir su misión.
El carisma de FASTA es la evangelización de la familia, la cultura y la juventud.
Buscamos transmitir el amor a Dios, a la Iglesia y a la Patria con un clima de comunidad y de alegría. La alegría es una nota de nuestro carisma y que intentamos cuidar para poder
transmitir la belleza del Evangelio a todas las personas.
¿Dónde está FASTA hoy en el mundo?
Si bien fue fundada en 1962, recién en 1997, la Santa Sede reconoce a FASTA como
una Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontificio. A partir de ahí comienzan a
fundarse comunidades en distintos países. Pero esto es muy reciente. En concreto, FASTA
tiene una muy fuerte presencia en Argentina, dónde está presente en la mayoría de las
diócesis. Esta presencia se concretiza a través de una red de colegios, de una Universidad
propia y de comunidades laicales de jóvenes y de adultos. Además, en América, tenemos
comunidades en Perú y Ecuador. También con proyectos de fundación en Estados Unidos, en Cuba y en Panamá. En Europa, estamos presentes en España, en las ciudades de Madrid, Barcelona y Valencia, y hay un proyecto de fundación en Cádiz. Y en África, en la República Democrática del Congo, y con proyectos de fundación en Tanzania, Kenia y la República del Congo. ¡Dios dirá si es su proyecto que estas fundaciones crezcan y si quiere que vayamos para otros lados también!
Por otra parte, por medio de la Universidad FASTA y su programa de formación de
discípulos misioneros, hace ya varios años se brinda la posibilidad de formarse a distancia en varias disciplinas: educación religiosa, doctrina social de la Iglesia, pensamiento de Santo Tomás de Aquino, antropología cristiana, psicología, educación… entre otras. Y esto nos permite tener una presencia en todos los lugares en dónde haya interesados que quieran profundizar su formación.
¿Qué ha supuesto para FASTA el mensaje del Papa de hagan lio?
Ha supuesto una confirmación de lo que desde nuestra fundación veníamos haciendo.
Y aquí no puedo dejar de mencionar que nuestro Fundador es amigo del Papa desde su
juventud. Juntos compartieron actividades en la parroquia del barrio de Flores –barrio en
dónde ambos se criaron- desde su adolescencia y luego respondieron al llamado que Dios les hacía para ser sacerdotes. Se formaron juntos, tuvieron a los mismos maestros y siguen siendo amigos. Con esto quiero decir que el famoso hagan lío del Papa es algo que tanto él, como nuestro Fundador, lo vienen haciendo desde que eran pequeños. Y todo esto nos fue transmitido desde los comienzos.Me atrevería a decir que el hacer lío es clave para vivir esta nueva evangelización a la que somos convocados.
¿Qué actividades tienen para la gente joven?
Muchas actividades. En primer lugar los convocamos a nuestro centros juveniles, que
llamamos Rucas -palabra en idioma araucano, de los nativos argentinos que significa casa-. En estos Rucas se busca crecer en comunidad, aprender más sobre Dios, la Iglesia y la Patria,
crecer en la espiritualidad y aprender a ser un misionero en aquellos lugares de todos los días:en el trabajo, en la universidad, en la familia, con los amigos… ¡dónde sea! Todo esto en un clima de alegría y de verdadera amistad.
Otras de las actividades que tenemos son campamentos, olimpíadas deportivas,
ascensión a montañas, peregrinaciones, visita a otros Rucas (de otras ciudades y países),
congresos, encuentros de formación… Como verán, las actividades son muchas y variadas.
Las puertas están abiertas para todos aquellos que quieran formar parte de est
Movimiento Eclesial que busca hacer lío. Solo hace falta llamar a la puerta para que se les abra.
Con mi bendición.
P. Juan Lisandro Scarabino