Mi sobrino está emocionado, no para de contar los días que quedan y de decirle a todo el mundo que este año le toca hacer la comunión.
Yo no paro de pensar que regalo puedo hacerle, ese algo que le haga mucha ilusión y lo disfrute, pero a la vez me hago la pregunta: ¿qué mejor regalo que lo que va a recibir?
Mi sobrino no va a celebrar una fiesta de cumpleaños, va a recibir al Señor, va a tomar el Cuerpo de Cristo, y no es un acto cultural que haya que celebrar, sino que el acto de recibir a Dios es el motivo de la celebración de después.
Como no hemos sabido valorar y darle el sentido real que tiene la COMUNIÓN, ahora simplemente por llegar a 3º o 4º de primaria, los niños merecen una fiesta, en la que si no crees en Dios, puedes convertirla en comunión civil. Lo importante es que ante todo a los niños no le falte una celebración a esa edad. ¿Y qué es una primera comunión sino recibes a Dios sabiendo realmente lo que recibes?
El mejor regalo que le puedes hacer a tu sobrino no es un móvil o un videojuego. Es más, es que el mejor regalo que le puedes hacer a tu sobrino es no regalarle un móvil, una tablet o algo parecidos, sino ponerle en contacto con Dios, ayudarle a vivir la Misa con más entusiasmo, explicándole las cosas que no entienda, allanándole el camino, para que cuando tenga la suficiente capacidad de elección pueda decir: «yo, hoy, recibo a Dios porque quiero y no porque me hicieron una fiesta de primera comunión».