Ayer recibí una llamada: pactaría usted con Podemos; me pare y pensé: no, no pacto con Podemos porque soy de Podemos.
Soy de aquellos a los que Jesús les preguntó: ¿podéis beber el cáliz que yo he de beber? Y respondí: podemos.
Soy de los que pueden cambiar el mundo con un avemaría, de los que pueden trasformar la sociedad con la caridad, de los que pueden perdonar mas que recriminar.
La diferencia entre pactar y ser: el que pacta negocia y el que es, pertenece.
Jesús no pregunta para que pactes sino para que le pertenezcas y para eso, no lo olvides, debes luchar para que Jesús crezca en tu vida y tú, disminuyas. ¿Vas a dejar pactar?