La vida terrena, los bienes de este mundo, lo material… debe ser utilizado por nosotros como instrumento para llegar a un fin, a una meta, a lo realmente importante, la vida eterna.
En más de una ocasión nos aferramos demasiado a estos bienes, hasta el punto de crearnos vicios y ataduras, como nos ocurre con la fama, el dinero, el placer, el trabajo y el sexo entre otros. Y parece que sin ellos no podríamos vivir, no seríamos nada, o dejaríamos de ser lo poco que realmente somos, por el simple hecho de desprendernos de ellos, entonces pregúntate ¿eres lo que tienes?.
El desprenderse de los bienes materiales no es necesario porque estos bienes sean malos y nos hagan daño de por si, sino porque cuando nos captan toda la atención, estamos dejando de prestarla a lo único que vale la pena, la vida eterna.
La vida eterna es mucho más que la vida terrena, y para alcanzarla, Jesús no nos ha dicho que sea necesario tener tres coches, dos casas, 50 prendas de vestir y 8 relojes. Ni mucho menos, al contrario, todos entraremos por la puerta de la vida eterna con lo mismo, con nada más que tu alma.
Por otro lado el único que nos puede prometer el mayor bien de todos, el bien con mayúsculas, no es ningún director , jefe reconocimiento o premio, sino Jesús. Él nos asegura que al acabar el camino, si se siguen las instrucciones que Él propone (los 10mandamientos) seremos ganadores y nuestro premio no tendrá fecha de caducidad, simplemente será para siempre.. ¡Esto si que es grandioso!
Todo aquel que ha hecho alguna excursión larga o peregrinación, sabe que en la mochila no es necesario llevarse todos sus zapatos, sus relojes, todo su dinero etc sino solo lo necesario, lo que seguro utilizaremos por necesidad durante la caminata. Pues en camino al cielo que comienza en esta vida, que te llevas tú en tu mochila? Crees que hay algo que te está haciendo cargar con más peso del debido, crees que hay algo que te hace ir más despacio? Crees que hay algo que realmente te pesa sobre tus hombros? Sabes que si..y no solo eso sino que además sabes el que exactamente.
No solo me refiero al aspecto material sino también espiritual, quien no tiene defectos? Quien no es soberbio, egoísta, orgulloso alguna vez? Desprendámonos también de esto, asi aligeraremos el paso, y podremos alcanzar antes la meta.
Y por último decir, que no hay mejor antídoto para vivir con los ojos puestos en la vida eterna y por tanto en lo importante, como recordarnos una y otra vez que esta vida es finita y se va a acabar en cualquier momento, estás preparado/a para ello?