Pues claro, es ahí en ese minuto de #stop, cuando lo sientes… porque si lo vieras, serías un gran santo en el cielo. Pero claro, también puedes no sentirlo… a ver digamos que es como el soldado que se va lejos de la chica a la que ama. Él está en Irak y ella en Madrid (un poquito lejos), los dos se aman con locura… ¿se ven? No, ¿se sienten? Tampoco. Lo mismo te puede pasar cuando abres la puerta de tu corazón a DIOS y dejas que ÉL haga lo que quiera (porque ÉL lo que hace, lo hace muy bien). Tal vez no lo sientas y menos aun lo veas, pero ÉL esta ahí amándote, como el soldado a su chica a miles de km.
Tan solo te pide que dejes esa puerta entornada, para que cuando menos te lo esperes, lo puedas sentir. Es tener un poco de paciencia. También, claro está, no todos los minutos son iguales. Me explico: ese minuto puedes olvidarte de todo y centrarte en dejarte sentir, o puedes mirar el reloj empujando los segundos unos detrás de otros para que pasen más rápido…depende de ti.