“Dando es donde uno se encuentra a sí mismo y donde descubre que siempre fue hijo de Dios”
“Si nos hemos puesto en marcha con todo esto, es porque un día recibimos gratis el don de la fe, ese que mueve montañas y que hace posible lo imposible”
“La fe es un don que da sentido al ayer, al hoy y al mañana; lo único que nos mantiene verdaderamente vivos”
Préstamos de manuales a universitarios, ayudas en trasporte y para alquiler de vivienda a universitarios que no tienen recursos, son algunas de las actividades que hace GRATIS DATE: los jóvenes católicos están haciendo lío, no están balconeando. El papa Francisco no dejó indiferente a la multitud de jóvenes desde Río de Janeiro, el agosto pasado. GRATIS DATE es una asociación de jóvenes católicos que ha surgido hace apenas unos meses en la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba. Esta semana Mª de la Sierra, su presidenta, nos habla de esta iniciativa.
Mª de la Sierra es cordobesa, de todo la vida, y una de las promotoras de GRATIS DATE. Además estudia Derecho y ADE, da catequesis de confirmación a jóvenes de segundo de secundaria en una parroquia de Córdoba y forma parte en un grupo de Acción Católica.
¿Por qué “dar gratis” (cuando hoy todo cuesta un dinero)?
Al escoger el nombre de la Asociación nos inspiramos en el texto de Mt 10, 7-8, en el que el Señor envía a sus discípulos al mundo. Esas palabras llegan hasta hoy y nos corresponde a nosotros dar la cara por Cristo, aquí y ahora, dijo Jesucristo: “Dad gratis, lo que habéis recibido gratis”, he ahí nuestro origen.
El Papa Francisco no para de impulsar a los católicos a que evangelicen todos los ambientes, en los que estamos, ¿qué os movió a meteros en este lío?
Los cinco nos conocíamos por ser católicos, bien perteneciendo a algún grupo o por participar juntos en las adoraciones eucarísticas “Adoremus” que se celebran en Córdoba cada jueves.
En 2012, asistí a Cursillos de Cristiandad y aunque no fui pensando en mí, sino en un amigo al que quiero mucho y al que acompañé, Dios no quiso que me fuera con las manos vacías y de allí salí con la idea de que tenía que hacer algo más, sentí que no era suficiente con dar catequesis y reunirme cada semana con mi grupo de Acción Católica.
Había mucho por hacer en un sitio donde no se respiraba a Dios: la Universidad. Por ese motivo, me puse en contacto con aquellas personas que me constaba que tenían inquietudes católicas como yo, y que además estudiaban en mi Facultad, les dije: “Tenemos que hacer algo. El problema es que no sé exactamente lo que quiero hacer”. A raíz de ahí, nos fuimos reuniendo periódicamente hasta que, a base de quebraderos de cabeza, conseguimos darle forma, juntos, a lo que hoy es GRATIS DATE.
¿Cuándo y cómo surge GRATIS DATE?
Surgió en julio del año 2013, a iniciativa de cinco estudiantes de la facultad en la que estudio. Cada uno perteneciente a un curso y a estudios diferentes, pero todos con el mismo fundamento: ser jóvenes católicos con la necesidad de que se note la presencia de Cristo en la universidad.
¿En qué consiste?
Es una asociación de estudiantes para estudiantes. En la Facultad es donde pasamos gran parte de nuestro tiempo; y allí, al igual que en las demás partes del mundo, existen personas con dificultades: estudiantes como nosotros y con los que nos sentimos identificados. Para qué salir fuera de la Universidad, si dentro tenemos mucho trabajo por hacer y del que ahora mismo no nos consta que se encargue nadie. Para qué ir más lejos, si el mismo Cristo está presente en nuestro compañero de clase, ese que vemos todos los días. Ya nos lo dijo Él: “Dadles vosotros de comer” (Jn 6, 1-15).
¿Quién puede participar?
Todos los jóvenes, profesores universitarios y cualquiera que tenga inquietud por colaborar en los fines que promueve la asociación; así como toda persona jurídica –otras asociaciones, hermandades…- que comparta nuestros fines. Participación que puede ser en calidad de socio o como voluntario.
¿Es necesario ser católico?
Aunque surge desde el catolicismo y sus valores son católicos, no es requisito para formar parte de ella pertenecer a la Iglesia Católica y ser practicante. Basta con tener buena voluntad, ser consciente de las dificultades de quien tengo al lado, y estar dispuesto a sacrificar tiempo en ayudar a otros.
¿Qué hacéis exactamente?
En la Asociación tenemos tres bloques de actividades: Financiación (cuotas anuales de los socios, colectas dominicales, cruz de mayo 2015…); Sociales, donde que contamos con tres proyectos: “Como tú”, que es un proyecto de préstamo de manuales a aquellos estudiantes universitarios que solicitan nuestra ayuda, “Ayudas económicas” para ayuda material, transporte, matrículas…, y un calendario de conferencias para dar a conocer la asociación y formación más completa al estudiante; y Espirituales, eucaristías, adoraciones eucarísticas…, entre otras.
¿Qué crees que pueden aportar los católicos al mundo del siglo XXI?
Los jóvenes necesitan de Dios hoy más que nunca aunque no se den cuenta de ello. Se vive demasiado rápido y con tanto frenesí que no somos conscientes de que Dios nos da muchas y pequeñas oportunidades a lo largo del día para que nos acerquemos a Él. El inconveniente es que esas oportunidades no llegan ni por Twitter, ni por Facebook.
Quien haya tenido la suerte de sentir cerca a Cristo, coincidirá conmigo en que creer o no creer, lo es todo en la vida. La fe es un don que da sentido al ayer, al hoy y al mañana; es lo único que nos mantiene verdaderamente vivos. Los jóvenes del mundo se conforman con una vida a medio gas; los jóvenes de Dios, quieren y buscan una vida plena. En ella, nada queda indiferente a los ojos de Cristo y hasta el sufrimiento acaba teniendo sentido porque con Dios podemos llegar al convencimiento de que no estamos solos: una “ternura inmensa” piensa en mí y en ti cada día, simplemente porque me ama y simplemente porque te ama, sin pedirnos nada a cambio. Ese fue el motivo por el que entregó su vida por nosotros.
¿Cabe hoy el mensaje de Cristo?
Para el mensaje de Cristo no hay épocas porque el mensaje de Cristo es una forma de vida. Por eso, todo aquel que sienta que, aun siendo católico, no está dando al mundo todo lo que podría, que no se lo piense dos veces porque dando es donde uno se encuentra a sí mismo y donde descubre que siempre fue Hijo de Dios.
Si, por el contrario, uno está en el mundo y siente que una parte de su persona queda vacía por mucho que intente evitarlo, que no dude que es porque necesita un poquito de Dios en su vida.