Nacho Losada tiene 18 años, es madrileño y estudia ADE en la Universidad Complutense de Madrid. Participa del movimiento Regnum Christi, de los Legionarios de Cristo, porque quiere seguir formándose como cristiano y busca su lugar en la Iglesia. Aunque, dice, que estamos sumergidos en el mundo de la inmediatez, Dios es el único de darnos la felicidad.
¿Qué llena tu día a día?
Buscamos llenar esos deseos de felicidad en lo material, olvidando que Jesús es el único capaz de llenarlo. Yo he experimentado este hecho en mi vida y es Él quien me llena y hace distinto cada día; porque me empuja a hacer de lo ordinario algo extraordinario. Por eso, empiezo ofreciendo el día a la Virgen, rezo el Ángelus, guardo un rato de oración con el Evangelio, etc… En ese pequeño rato de oración es donde ves lo que Jesús quiere de ti.
La Iglesia es una gran familia, muy variada… Nacho, me has dicho que has ido por algunos movimientos, para ver dónde encajas más, ¿cuáles han sido?
En efecto. Desde pequeño he hecho vida parroquial, colaborando de acólito, catequista, monitor de campamento, participando en peregrinaciones, etc. Después de recibir el sacramento de la Confirmación, fui por un club del Opus Dei durante dos años. Además, mi colegio era del movimiento Schoenstatt, por lo que también pude conocer un poco este desde el ejemplo de mis profesores y compañeros. Posteriormente, he ido “conociendo” otros a partir de hechos puntuales y de los integrantes otros movimientos y grandes amigos, como son la Congregación Mariana de la Asunción y Cursillos de Cristiandad, entre otros. Actualmente, desde hace apenas unos meses, pertenezco a un equipo del Regnum Christi.
El movimiento Regnum Christi, de los Legionarios de Cristo, ¿qué hacéis exactamente?
Básicamente Juventud Misionera, la “rama” dentro del Regnum Christi en la que participo, busca colaborar con la Nueva Evangelización de la sociedad a través de la acción misionera, por lo que primero nos formamos junto a nuestro equipo, en el llamado “Encuentro con Cristo”. Esta es la formación semanal y se complementa con un seguimiento individual de nuestro jefe de equipo para asegurar el buen funcionamiento del mismo y para ver si realmente le sirve a uno o no. Todo esto, junto con las demás actividades, son el previo para poder salir a la calle y hablar de Jesucristo.
Tú, principalmente, participas en “SolNight”. Cuéntanos un poco más.
Es una actividad, de Nueva Evangelización, que se realiza los últimos viernes de mes en la iglesia del Carmen, cerca de Sol (Madrid). Es una acción misionera en torno a la Eucaristía, donde un grupo de jóvenes participa de la animación (el coro) dentro de la iglesia, unos rezan por los misioneros, otros acogen a las personas que entran y el resto sale a la calle a invitar a la gente de a pie a pasar a la iglesia, dejar su petición con la vela, “lo que tú le dices a Dios”, y recoger lo que “Dios te dice a ti”. Podéis encontrar más información en Soy Misionero.
¿Por qué decidiste ir por el movimiento de los Legionarios de Cristo?
Conocí el movimiento gracias a un amigo. Hablando un día con él, le comenté que estaba buscando un sitio en donde continuar mi formación y formar parte de él, del movimiento, entonces me habló del Regnum Christi y, en concreto, de Juventud Misionera. Me gustó mucho lo que me contó y decidí ir con él a una reunión, al terminar, le dije que no me sentía cómodo porque todos los integrantes eran mucho mayor que yo. Al poco tiempo, volví a hablar con él y me comentó que estaba sacando a delante un equipo de jóvenes de mi edad y le dije, sin dudarlo, que contase conmigo. A día de hoy somos 11. Hemos conseguido crear un gran ambiente entre nosotros y, gracias a ellos, voy profundizando más en mi vida como cristiano.
¿A quién se lo recomendarías?
Sobre todo, creo que se lo recomendaría a todos aquellos que tengan un carácter extrovertido y abierto, a los que les guste moverse y conocer gente nueva, a los que quieran hablar de Dios a los demás; porque es un movimiento misionero que busca llevar el Reino de Cristo a los demás.
¿Crees que ese puede ser tu lugar en la Iglesia?
Por supuesto. Si no lo creyese, no seguiría en el movimiento: sería perder el tiempo. Pero es Jesucristo quien ya sabe cuál es mi sitio y no yo, porque “si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”.
Entonces, ¿por qué eres católico?
Provengo de una familia profundamente creyente que me ha educado en la fe desde pequeño. Sin embargo, hasta que tú no decides vivirlo, no eres realmente católico. Podrás ir a misa todos los domingos de tu vida que, aun así, seguirás sin serlo hasta que descubras a Cristo y dejes de “creer” para empezar a vivir. Por este motivo me considero católico; porque he descubierto la verdad, que me da la felicidad e intento vivir acorde a ella. Esta verdad es que Dios existe y que Cristo vino a morir por mí para que pudiese llegar al Cielo. A partir de esta verdad, uno organiza su vida y se plantea el porqué de lo que hace.
¿Crees que eres un cristiano “normal”?
Sí, porque, a pesar de provenir de una familia completamente católica, la elección la hace uno con su libertad y no son las circunstancias las que le determinan. Me considero “normal” porque vivo mi fe disfrutando también de lo “mundano”: voy a misa, salgo de fiesta con mis amigos, me voy al bar con ellos, hago deporte, estudio, etc., pero siempre teniendo a Cristo en medio.