Hace un tiempo una persona me dijo, “¿Cómo voy a pedir ayuda a Dios cuando nunca le he dado siquiera las gracias? Sería una hipócrita si voy ahora que lo estoy pasando mal.” Sinceramente esta frase me sacó una sonrisa, porque me di cuenta que no soy la única persona que lo ha pensado. Hace no mucho yo pensaba del mismo modo, realmente creía que era una hipócrita si únicamente pedía y me acordaba de rezar a Dios cuando lo estaba pasando mal.
Lo cierto es que el tiempo me demostró, como siempre, que me equivocaba, y cuando me dijeron esa frase fue tan claro el error de mi razonamiento, ya que, esa persona es alguien a quien ciertamente aprecio mucho, y pensé ¿Conmigo también hará lo mismo?¿Cuando tenga problemas no contará conmigo? ¿Me dejará de lado para que pueda ver como sufre sin dejarme sostenerla, sin poder sencillamente ser un hombro para llorar? ¿Realmente, con lo que le quiero me apartará? Somos amigas, salimos por ahí, nos reímos, siempre me intenta ayudar cuando lo paso mal, me pide la opinión cuando sucede algo, me escucha hablar de Dios y, lo que más me gusta ,…¡me pregunta! Pero, aún así, a pesar de eso, soy muy consciente que me haría lo mismo, me apartaría, y ese pensamiento, el que una persona que te importa te aparte y rechace tu ayuda…duele.
No creo que una persona que no da las gracias y pide sea hipócrita, eso no es hipocresía ya que, muchas veces, damos las gracias de mil maneras distintas, con una sonrisa, viviendo con alegría, ayudando a los demás y practicando lo que me enseñaron demuestro a mis padres lo agradecida que estoy por haberme traído al mundo, por haberme criado y por darme todo lo que tienen y lo que no tienen. No me hace falta decirles gracias por todo, ellos lo saben, al igual que yo sé si un amigo me aprecia o no, sé que están ahí para mí, del mismo modo que yo estoy para todos los que amo. No espero que mis sobrinos me agradezcan el que les cambiara los pañales, o el que dejara de salir por ahí para llevarlos al cine, o las noches que estudiamos sus exámenes a última hora… Pero sí espero que nunca dejen de llamarme cuando tengan un problema, porque quiero proteger y cuidar a la gente que amo por muy egoísta que pueda sonar.
Y ahí me di cuenta, si yo con todos mis defectos, siento esto por mis amigos, por mis sobrinos, mis hermanos, etc . ¿Qué sentirán mis padres? Y entonces,…Dios, que es perfecto, que no es egoísta, que se sacrifico por todos nosotros, que es AMOR ¿Cuánto desea cuidarme él? ¿Cuánto me ama?
No es hipócrita pedir ayuda a Dios, es todo lo contrario, porque para Él no hay nada más maravilloso que ayudarnos, porque para él no es hipocresía, nos ama demasiado para pensar eso. Sencillamente es una alegría, porque pedir a Dios es la prueba de que somos sus hijos, de que contamos con Él, y de que queremos que participe en nuestra vida, al igual que hacemos con quienes nos rodean.
Da igual lo que hagas o no hagas, no tiene importancia si nunca le has agradecido nada, no importa el daño que le hagas, o lo arrepentido que estés de lo que has hecho, no hay hipocresía en pedir a un padre ayuda, porque, por muy en desacuerdo que esté un padre en la vida que escogió su hijo, siempre estará ahí para ayudarle y darle todo su cariño. ¿A qué estás esperando? ¡Corre a pedir, que te está esperando!